lunes, 27 de junio de 2011

Interpretando “Retrato del Mercader Gisze” de Hans Holbein (1497-1543).

  
    La pintura se llama “Retrato del Mercader Gisze”. El autor es un pintor alemán llamado Hans Holbein (1497-1543), le decían “el joven” porque se llamaba igual que su padre, a quién llamaban “el viejo” y  era un reconocido pintor flamenco. Hans Holbein el joven se caracterizó como un gran pintor renacentista por la fidelidad de sus cuadros con la realidad de las texturas en materiales de todo tipo, se especializó en retratos y hacia 1635 fue nombrado pintor de la coret de Enrique VIII.  El retrato del mercader de Gisze, se encuentra actualmente en Berlín y es considerada una obra de arte renacentista y del retrato alemán. Fue realizada en 1532 probablemente por petición del mismo Gisze, quién trabajaba desde 1522  en la Liga Hanseática (hansa= gremios) con sede en Londres, la liga era una federación de comunidades comerciantes.


   Ciertos detalles importantes de la pintura indican claramente la ocupación del personaje del retrato: en el primer detalle ampliado tenemos la imagen de varias cartas que pudieran ser letras de cambio, se empleaban como garantía de pago cuando no se contaba con efectivo o aún no se vendían las mercancías, eran promesas firmadas que indicaban el monto y el plazo para pagar. También se ven sellos, que en aquella época se empleaban en cualquier documento escrito, servían como actualmente sirven los sellos con logotipos de empresas, garantizan la autenticidad del documento. En el segundo detalle ampliado se ve una caja con dinero, plumas en tinteros, libros y se aprecia el momento en que Gisze escribe algo en una hoja nueva. Todos estos objetos fueron primordiales en el capitalismo mercantil.


   Los elementos del cuadro que  orientan hacia el oficio del personaje son todos los que aparecen alrededor de él, incluso se ve detrás de él una pequeña balanza (tal vez para metales y piedras preciosas), otra caja parecida a la que muestra monedas en la mesa y otro papel doblado al lado de un sello. Bueno, ya conociendo el nombre de la obra se puede confirmar que Gisze era un comerciante que gozaba de muy buena posición económica, situación que también se aprecia en su elegante ropa, su dedo índice con dos anillos y uno más sobre la mesa y la pequeña alfombra que cubre su escritorio.

EL SECRETO DE LA ACUMULACION ORIGINARIA DE CAPITAL. Carlos Marx



Ni el dinero ni la mercancía son de por sí capital, como no lo son tampoco los medios de producción ni los artículos de consumo. Necesitan convertirse en capital. Y para ello han de concurrir una serie de circunstancias concretas, que pueden resumirse así: han de enfrentarse y entrar en contacto dos clases muy diversas de poseedoras de mercancías; de una parte, los propietarios de dinero, medios de producción y artículos de consumo, deseosos de valorizar la suma de valor de su propiedad mediante la compra de fuerza ajena de trabajo; de otra parte, los obreros libres, vendedores de su propia fuerza de trabajo y, por tanto, de su trabajo.


Obreros libres, en el doble sentido de que no figuran directamente entre los medios de producción, como los esclavos, los siervos, etc., ni cuentan tampoco con medios de producción propios, como el labrador que trabaja su propia tierra, etc.; libres y dueños de sí mismos. Con esta polarización del mercado de mercancías, se dan las dos condiciones fundamentales de la producción capitalista. El régimen del capital presupone el divorcio entre los obreros y la propiedad sobre las condiciones de realización de su trabajo. Cuando ya se mueve por sus propios pies, la producción capitalista no sólo mantiene este divorcio, sino que lo reproduce y acentúa en una escala cada vez mayor. Por tanto, el proceso que engendra el capitalismo sólo puede ser uno: el proceso de disociación entre el obrero y la propiedad sobre las condiciones de su trabajo, proceso que de una parte convierte en capital los medios sociales de vida y de producción mientras de otra parte convierte a los productores directos en obreros asalariados. La llamada acumulación originaria no es, pues, más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción. Se le llama “originaria” porque forma la prehistoria del capital y del régimen capitalista de producción.


La estructura económica de la sociedad capitalista brotó de la estructura económica de la sociedad feudal. Al disolverse ésta, salieron a la superficie los elementos necesarios para la formación de aquélla.




Carlos Marx, El Capital. Crítica de la Economía Política, Tomo 1. México, Edit. Fondo de Cultura Económica, 1964.

David Livingstone. El blanco que amó a África.


Nació en Blantyre, Escocia en 1813. Criado dentro de una familia muy religiosa creció oyendo hablar de un misionero chino llamado Gutzlaff por el cual todas las noches oraba junto a su madre.

Trabajaba en la fábrica de algodón en una creciente Inglaterra que se abría paso económicamente gracias a la Revolución Industrial.

De familia pobre, al cumplir 9 años de servicio en la fábrica ascendió de puesto y así pudo concluir sus estudios en Medicina en la Universidad de Glasgow. Conmovido por la ideología de Inglaterra al querer evangelizar a los pueblos lejanos, Livingston decide integrarse a la Sociedad Misionera de Londres y en 1840 es ordenado sacerdote protestante. Impedido para ir a China a causa de la guerra, los misioneros acuerdan junto con él enviarlo a África, ya que se tenían aún mapas con zonas en blanco, lo que significaba la existencia de aldeas lejanas y desconocidas. Partió en 1841.

El viaje de Glasgow a Ciudad del Cabo fue de tres meses, después tuvo que ir en un carro de buey a Curumá, a donde llegó después de dos meses. Pasaba mucho tiempo entre los nativos para aprender su lengua, en una carta a un amigo explicó que había encontrado 32 clases de raíces comestibles y 43 de árboles y arbustos frutales que crecían en el desierto de manera natural.

Su primera misión la estableció en Mabotsa, fue ahí donde tuvo el encuentro con el león que le dejó incapacitado un brazo que nunca sanó del todo.

Se casó con María, la hija mayor del misionero Robert Moffat de Curumá, y con quien tuvo 6 hijos.

En 1849 cruzó el desierto del Kalahari al lado del británico William Cotton Oswell descubriendo el lago Ngami, la Real Sociedad Geográfica le otorgó como recompensa 25 guineas por el descubrimiento de nuevas tierras y un gran lago. En 1851 descubre el río Zambeze que es el más grande de África.

Después de embarcar a su familia rumbo a Inglaterra, inició un viaje de exploración de El Cabo a Kuruman y Luanda, después desde el Atlántico hasta el Índico por las cataratas del Zambeze, el viaje duró tres años, de 1853 a 1856 durante los cuales su fama llegó a Inglaterra. Después regresó al Reino Unido donde estuvo un año y escribió “Viajes  misioneros” , obra que alcanzó mucha circulación, para después regresar  con 6 expedicionarios más a África, al lago Nyassa por el Shire en donde además de estudiar las llanuras, se dedicó a evitar el problema de trata de esclavos, el cual le preocupaba mucho.

Su esposa se le unió en 1862, pero muere de fiebre ese mismo año y fue sepultada en los márgenes del río Zambeze, esto ocurrió durante la segunda expedición financiada por el gobierno británico (1858-1864) cuyo objetivo era explorar el Zambeze como vía de penetración a África, pero la cantidad de cataratas encontradas frustraron los planes de Inglaterra.

La tercera y última expedición que haría Livingston fue de 1865 a 1873 donde exploró los alrededores de los lagos Nyassa y Tanganika, en éste periodo enferma gravemente en Maniuema, no escribe ni recibe cartas durante casi dos años, razón por la cual envían a Henry Stanley del diario New York Herald debido a la insistencia de millares de lectores. Stanley y Livingston se encuentran en Ujiji y pasaron juntos el invierno de 1871, en 1872 se separan ante la negativa de Livingston para volver a Inglaterra.

En 1873 decide explorar el Luapula para verificar si era éste, el nacimiento del Nilo o del Congo, debido a la humedad de la zona de nuevo cae enfermo y tuvo que ser trasladado en hombros por sus compañeros de viaje, indígenas todos. Llegaron a la aldea de Chitambo en donde se improvisó una cabaña, y ahí, el 1 de mayo de 1873 Livingston fue encontrado muerto, de rodillas al lado de su cama. Su corazón fue enterrado debajo de un árbol en Chitambo y su cuerpo fue trasladado a Inglaterra y sepultado en la abadía de Westminster, al lado de reyes y héroes de aquella nación.

Livingston fue el primer blanco que atravesó África. Sus diarios, escritos y conferencias durante sus cortas etapas en Inglaterra despertó el interés por África incitando a la carrera colonizadoras de las grandes potencias, sin embargo, la intención real del misionero fue evangelizar a las aldeas lejanas, generar curiosidad científica por ese continente y erradicar la esclavitud de la que era objeto el continente nuevo.


Imagen: paseandoporlahistoria.blogspot.com

http://www.siguememas.com/misiones/temas/00005_mi_david_livingstone_biografia.htm

La Batalla del arroz. Guilles Aillaud 1968.


“La batalla del arroz” es una imagen representativa del arte de Gilles Aillaud, pintor y escenógrafo francés nacido en 1928 y uno de los principales precursores de la escuela francesa llamada Nouvelle Figure y Figuration Narrative. El cuadro fue realizado en 1968, durante la guerra en Vietnam.

La imagen tiene elementos que participan en la composición como simbolismos. Vemos a una mujer vietnamita ataviada a la usanza militar y que con el rostro erguido lleva como prisionero a un soldado rubio, seguramente norteamericano. La diferencia se encuentra en la actitud de derrota que tiene la imagen del soldado extranjero mientras caminan ambos por un campo de arroz que se une a otros más lejanos y en conjunto hacen un paisaje extenso de cultivos de arroz. Trabajadores agrícolas se mantienen agachados sin descuidar su labor y otros más jalan bueyes.

   La mujer vietnamita podría representar a su nación: pequeña, austera y casi descalza pero con determinación, lleva derrotado a un soldado norteamericano más fuerte, más alto y mejor equipado que ella. Tal vez Aillaud profetizó en esta imagen la derrota vergonzosa que sufrió EU años después y que le valió la pérdida de confianza a sus gobernantes. El paisaje me transmite el sentido de unidad que deseaba la nación, un campo de arroz unido a otro y a otro más hacen en conjunto un enorme territorio próspero en donde se cultiva el producto representativo nacional: el arroz. Todos los personajes del fondo están trabajando, así fue durante la guerra, todos participaron con su trabajo.

            Los colores utilizados por el autor son muy definidos, en color oscuro están los personajes trabajando y la mujer haciendo que sobresalgan de la composición de colores y contrasten con el deslavado color café del soldado derrotado. La idea de representar a una mujer soldado y no a un soldado varón nos recuerda la importancia de la participación de la mujer vietnamita en la lucha armada, en los campos de cultivo y en las diferentes actividades que se desarrollaron debajo de la tierra.